A pesar de la estabilización de las tasas de interés, las presiones sobre los alquileres se mantienen sin cambios en toda Australia. En muchas capitales, los hogares todavía donan casi un tercio de sus ingresos sólo para mantener un techo sobre sus cabezas. Y una vez más, Perth tiene la peor situación. La capital menos asequible del país ha disminuido aún más, registrando otra caída del cuatro por ciento en asequibilidad, además del mínimo histórico del año pasado.