diciembre 1, 2025
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Una mujer ha sido condenada a 20 años de prisión por su papel en el asesinato de tres turistas durante un robo de coche en México el año pasado.

Ari Gisell, de 23 años, se declaró culpable de incitar al violento ataque contra los hermanos australianos Jake y Callum Robinson y su amigo estadounidense Carter Rhoad, quienes se encontraban en un viaje de surf en el estado de Baja California, en el norte de México, en abril de 2024 cuando desaparecieron.

Sus cuerpos fueron encontrados más tarde en el fondo de un pozo profundo con heridas de bala en la cabeza.

Ari Gisell había expresado interés en los neumáticos del coche de los surfistas y le dijo a su entonces novio Jesús Gerardo que “me trajera un buen teléfono y buenos neumáticos para mi camioneta”, según escuchó el tribunal.

Sólo se revelaron el nombre y segundo nombre de los acusados. Los apellidos no cumplían con los requisitos de presentación de informes de los tribunales mexicanos.

Jesús Gerardo y otras dos personas, Irineo Francisco y Ángel Jesús, siguieron el vehículo hasta el camping donde se alojaban los extranjeros, les robaron y luego les dispararon. Los casos contra estos tres hombres aún están pendientes en los tribunales.

Según el periódico mexicano La Silla Rota, Jesús Gerardo e Irineo Francisco tienen vínculos con el poderoso cartel de la droga de Sinaloa, liderado durante muchos años por el notorio narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Debido a estas conexiones, ambos hombres se encuentran recluidos en El Hongo, una prisión de máxima seguridad en Baja California. Ángel Jesús se encontraba recluido en un centro separado en la ciudad de Ensenada.

Sin embargo, según la Australian Broadcasting Corporation (ABC), los fiscales no sospechan ningún vínculo entre los asesinatos y el crimen organizado.

Las familias de las víctimas, que asistieron por videoconferencia, se mostraron emocionadas en la audiencia del miércoles.

“Soñábamos con verlos crecer, con tener hijos. Todo eso ahora está perdonado”, dijo la madre de Callum y Jake, Debra Robinson, informó ABC.

“Vivimos con su ausencia”.

Callum Robinson, de 33 años, era miembro del equipo nacional australiano de lacrosse y vivía en San Diego, justo al otro lado de la frontera entre Estados Unidos y México, cerca de Baja California.

Su hermano menor, Jake, de 30 años, vivía en Australia y había viajado a Norteamérica para visitar a Callum. A su regreso debía ocupar un nuevo puesto como médico.

Su novio, Rhoad, de 30 años, vivía en San Diego y trabajaba en una empresa de servicios tecnológicos. A Rhoad le faltaban meses para casarse con su prometida cuando lo mataron.

“Él era mi seguridad en el mundo”, dijo su prometida Natalie Wiertz en el tribunal. “Mi vida es ahora una pesadilla”.

Ari Gisell se disculpó entre lágrimas en el tribunal y admitió que “nada de lo que pueda decir le compensará ni le dará paz”.

“Estoy enfocada en convertirme en una mejor persona y lamento mucho tus pérdidas”, dijo la madre soltera, citada por La Silla Rota.

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