Los científicos han descubierto que casi dos de cada tres corales en sitios turísticos populares en el arrecife Ningaloo, declarado Patrimonio de la Humanidad, han muerto después de que una ola de calor marina sin precedentes azotó la región de Australia Occidental. Las áreas en el norte de la laguna Ningaloo han experimentado una “profunda simplificación ecológica”, con la muerte de elementos clave del hábitat entre las especies de coral.