A una joven trabajadora de cuidado infantil que agarró y arrastró a un niño de tres años después de que se sintiera “frustrada y nerviosa” le dijeron que había violado su posición de confianza.
Hayley Kelleher, de 18 años, se declaró culpable de agredir a la niña el 11 de julio mientras trabajaba en Jenny's Nursery and Early Learning Center en Bathurst, en el centro oeste de Nueva Gales del Sur.
Kelleher estaba tratando de hacer que un grupo de niños tomara una siesta cuando el niño se negó repetidamente a acostarse en su colchón, según una declaración de hechos acordada.
El documento judicial dice que Kelleher pidió ayuda a un colega de alto nivel, pero fue ignorada y decidió alejar el colchón del niño de los demás niños.
Hayley Kelleher fue condenada por lesiones corporales graves en el Tribunal de Magistrados de Bathurst. (Stephanie Gardiner/FOTOS AAP)
“A pesar de las continuas solicitudes de apoyo, no recibió apoyo de otros educadores y se sintió cada vez más frustrada y nerviosa”, afirma el documento.
Kelleher agarró el brazo derecho del niño y lo levantó del suelo antes de arrastrarlo a otro colchón a 10 pies de distancia.
“(Kelleher) soltó a la víctima justo antes del colchón, luego lo levantó nuevamente por el brazo derecho y lo colocó sobre el colchón”, afirma el documento.
La declaración de los hechos se cambió para decir que Kelleher había colocado al niño sobre el colchón, en lugar de que la policía inicialmente hiciera pública la acusación de que ella lo había “arrojado”.
El niño resultó herido y se le rompió el suéter. La policía consideró que los esfuerzos de Kelleher eran “excesivos”.
El ataque fue captado por CCTV y la madre del niño denunció el incidente al Ministerio de Educación y a la policía.
Kelleher fue despedido poco después.
La jueza Gemma Slack-Smith condenó a Kelleher por un cargo de lesiones corporales graves en el Tribunal de Magistrados de Bathurst el miércoles.
La guardería dijo que no tolera el abuso, la negligencia o el comportamiento inapropiado. (Stephanie Gardiner/FOTOS AAP)
Le impuso una libertad condicional de 18 meses.
“Ella tenía una responsabilidad, tenía una posición de confianza”, dijo Slack-Smith.
La joven admitió sus acciones durante un interrogatorio policial a mediados de septiembre.
“(Kelleher) expresó su arrepentimiento y declaró que no tenía intención de dañar a la víctima ni de dañar su ropa”, decía el documento judicial.
“Ella admitió estar frustrada y nerviosa porque no la ayudaban a lidiar con el niño”.
El comportamiento de las empresas y del personal de guarderías ha estado en gran medida en el punto de mira en 2025, tras una larga investigación sobre el sector realizada por el programa Four Corners de ABC.
En declaraciones a los medios, el centro de Bathurst dijo que tiene una estricta política de tolerancia cero hacia cualquier forma de abuso, negligencia o comportamiento inapropiado.
“Hemos trabajado estrechamente con las autoridades pertinentes para garantizar que se tomaron todas las medidas necesarias y que las preocupaciones de la familia afectada se abordaron respetuosa y exhaustivamente”, dijo el centro.