Las pérdidas económicas por la destrucción de propiedades y otros daños causados por el incendio ascendieron a más de 89 mil millones de dólares.
El informe también incorporó el creciente conjunto de investigaciones que vinculan el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero con ciertos fenómenos climáticos.
Los investigadores también descubrieron que Alfred viajaba más al sur de lo normal, lo que genera preocupaciones de que las temperaturas más cálidas del océano podrían provocar que las tormentas se trasladen a nuevos territorios y atraviesen asentamientos que no están preparados para ellas.
Los países ricos tienden a ocupar puestos más altos en las clasificaciones de costos de desastres porque tienden a tener precios inmobiliarios más altos y los residentes pueden pagar mejor los seguros.