Un consejo australiano ha anunciado una “represión significativa” contra los vendedores ambulantes ilegales después de que una popular calle comercial de la ciudad se viera inundada de ventas persistentes y no autorizadas.
El alcalde de Fairfield, Frank Carbone, dijo a Yahoo News que los vendedores seguían acudiendo en masa al popular distrito comercial de Cabramatta, en el oeste de Sydney, a pesar de que los trabajadores municipales y la policía patrullaban la zona y los instaban continuamente a seguir adelante.
Los vendedores ilegales han sido sorprendidos vendiendo de todo, desde comida hasta perros al costado de la carretera, y las autoridades están instando a la gente a dejar de comprar en los puestos, poniendo en duda la seguridad y la ética públicas.
“Ha sido un problema durante mucho tiempo, pero parece estar aumentando. Se está saliendo de control”, dijo Carbone a Yahoo.
“Siguen regresando, así que estamos tratando de abordarlo. Obviamente, la seguridad de nuestra comunidad es nuestra principal prioridad, y muchos de los alimentos que se venden no han sido inspeccionados ni probados. No sabemos de dónde viene”.
Los vendedores ambulantes siguen regresando a las calles de Cabramatta para vender sus productos. Fuente: Facebook/Cabramatta
El consistorio advierte que la venta ambulante ilegal podría acarrear multas
Carbone confirmó que se incrementarán las patrullas municipales en el centro de la ciudad y que los reincidentes serán multados.
Cuando Yahoo News lo contactó, Carbone optó por no revelar el monto de las multas; Sin embargo, dijo que variaban según lo que hacían los perpetradores y los artículos que se vendían.
“Hay disposiciones que pueden ser multadas. De hecho, la policía también podría venir porque lo que están haciendo no es legal”, afirmó. “Ya no podemos cerrar los ojos ante esto”.
“Cuando se trata del centro comercial, es una burla. Tenemos comerciantes que pagan alquiler… Si quieren vender su producto, incluso podrían ir al mercado”.
Cabramatta alberga uno de los mercados más grandes de la ciudad cada fin de semana y Carbone instó a los vendedores a pasar por el proceso de registro oficial y vender allí.
El Ayuntamiento de Fairfield no es el primero en amenazar con multas si se descubre a los vendedores ambulantes haciendo algo incorrecto. Según se informa, el Ayuntamiento de Parramatta impuso multas a quienes hacían negocios después del toque de queda en el mercado a las 7:00 p. m. el año pasado.
Las multas oscilarían entre 3.000 y 6.000 dólares. Noticias Parra.
Según los informes, a los vendedores ambulantes en el interior oeste de Melbourne también se les ordenó cerrar sus negocios el año pasado y se les amenazó con multas y acciones legales, a pesar de operar en el mismo lugar todos los sábados durante años.
El Ayuntamiento de Maribyrnong dijo que había recibido quejas de salud y seguridad y que no había permisos para los puestos. ABECEDARIO.
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