Estados Unidos enfrenta crecientes acusaciones de ejecuciones extrajudiciales después de llevar a cabo ataques aéreos mortales contra barcos sospechosos de narcotráfico en aguas del Caribe y el Pacífico oriental. Un ataque de seguimiento contra los supervivientes desde un barco hundido el 2 de septiembre provocó una indignación especial. Expertos legales y la ONU dijeron que los ataques violaron el derecho internacional y las propias reglas del Pentágono contra ataques a náufragos.