La administración del presidente estadounidense Donald Trump planea exigir a los turistas extranjeros exentos de visa, incluidos los australianos, que revelen su actividad en las redes sociales durante los últimos cinco años antes de ingresar al país.
La propuesta, descrita en un aviso publicado en el Registro Federal el martes, se aplicaría a visitantes de Australia y otros 41 países, incluidos Nueva Zelanda, el Reino Unido, Francia y Japón, que actualmente no requieren visas para ingresar a Estados Unidos.
Este requisito ha sido parte de la solicitud de visa de turista desde 2019. Sin embargo, los residentes de países sin visa pueden solicitar una exención conocida como Sistema Electrónico de Autorización de Viaje (ESTA), donde proporcionar el historial de las redes sociales es opcional.
Según las nuevas reglas propuestas, la inclusión de cinco años de datos de redes sociales también se convertiría en una parte obligatoria de las solicitudes ESTA.
Los solicitantes también deberán presentar otros “campos de datos de alta calidad”, incluidos números de teléfono de los últimos cinco años, direcciones de correo electrónico de la última década, información personal de familiares e información biométrica.
El público tiene 60 días para comentar la propuesta.
La administración Trump endureció las restricciones de entrada a Estados Unidos el año pasado, como parte de una ofensiva más amplia contra la inmigración legal e ilegal.
En junio, se ordenó a los solicitantes de visas de estudiantes que hicieran públicos sus perfiles en las redes sociales para que los funcionarios estadounidenses que revisaban su solicitud pudieran examinarlos más fácilmente. La misma regla entrará en vigor el próximo lunes para los solicitantes de visas de trabajadores calificados H-1B.
Varios expertos legales y políticos dijeron a The Washington Post que el aumento de las medidas de investigación fue el último intento de la administración Trump de reprimir el discurso crítico en línea.
El inminente cambio en los requisitos de visa de turista también ha generado temores de que pueda llevar a que los fanáticos del fútbol sean rechazados de la Copa del Mundo, que Estados Unidos organizará en 2026 junto con México y Canadá.
AFP/ABC