diciembre 8, 2025
86dd7b52fed3cc168f7dca9352767591.webp

A pesar de que se gastan miles de millones en el Plan Nacional de Seguro de Incapacidad (NDIS), las personas con discapacidades psicosociales importantes se quedan sin apoyo y corren el riesgo de quedarse sin hogar o ser hospitalizadas.

La discapacidad psicosocial es el deterioro funcional que las personas pueden enfrentar como resultado de sus problemas de salud mental, lo que puede dificultarles encontrar y mantener un trabajo, establecer y mantener amistades y relaciones, o administrar sus finanzas.

Puede ser debilitante y, en el peor de los casos, las personas serán elegibles para recibir apoyo del NDIS.

Pero muchas personas que necesitan ayuda no son elegibles para el programa y existen pocas alternativas.

Aproximadamente 130.000 adultos con las mayores necesidades no reciben apoyo del NDIS ni del sistema de salud mental, lo que aumenta la probabilidad de que se queden sin hogar, sean hospitalizados o sus necesidades aumenten.

Más de 5.800 millones de dólares del NDIS se gastan en apoyar a 66.000 personas con una discapacidad psicosocial, lo que representa alrededor de un tercio de todo el gasto gubernamental en salud mental.

Se pronostica que el costo de todo el programa aumentará a $50 mil millones para 2025-26, más que la factura anual de Medicare, y el gobierno federal apunta a reducir el crecimiento anual al cinco o seis por ciento.

Sin embargo, un informe del Instituto Grattan encontró que redirigir algunos fondos del NDIS para garantizar que los australianos tengan acceso a la ayuda, ya sea que estén o no en el programa, ayudaría a cerrar la brecha actual en la satisfacción de las necesidades de las personas con discapacidad psicosocial significativa.

Un informe sugiere que algunos fondos del NDIS podrían redirigirse para ayudar mejor a las personas con problemas psicosociales. (Mick Tsikas/FOTOS AAP)

Para una persona con necesidades psicosociales que no es elegible para el NDIS, el acceso al apoyo es una lotería de código postal, dijo el autor principal del informe, Sam Bennett.

“Los servicios que uno puede recibir para tener más posibilidades de una vida mejor son irregulares, no cuentan con fondos suficientes o son inexistentes”, afirmó.

“Reorientar el sistema para garantizar que haya disponible un mayor apoyo centrado en la recuperación dentro y fuera del NDIS transformaría las vidas de los australianos con discapacidades psicosociales y haría un mejor uso de los recursos existentes”.

El informe hace varias recomendaciones, incluido el establecimiento de un programa nacional de discapacidad psicosocial fuera del NDIS, que sería responsabilidad de los gobiernos federal, estatal y territorial.

“Juntas, estas reformas crearían un sistema más justo y eficaz para satisfacer mejor las necesidades de los australianos con una discapacidad psicosocial, todo ello dentro del marco presupuestario actual del NDIS”, dijo el Dr. Bennett.

About The Author