diciembre 19, 2025
505af7d8e540d0d5a15c20c3f40cf7bd.jpeg

Un tribunal francés condenó a cadena perpetua a un médico por envenenar a 30 niños y pacientes adultos, 12 de los cuales murieron, supuestamente en un intento de desacreditar a sus colegas.

Frederic Pechier, de 53 años, trabajaba como anestesiólogo en dos clínicas de la ciudad oriental de Besançon cuando los pacientes sufrieron un paro cardíaco en circunstancias sospechosas entre 2008 y 2017. Doce no pudieron ser reanimados.

La víctima más joven de Pechier, un niño de cuatro años, sobrevivió a dos paros cardíacos durante una amigdalectomía de rutina en 2016.

La víctima de mayor edad tenía 89 años.

“Será detenido inmediatamente”, dijo la jueza que preside Delphine Thibierge.

También se le prohibió volver a ejercer la medicina.

El fiscal acusa a Frederic Pechier de envenenar a pacientes para demostrar sus habilidades de reanimación y desacreditar a sus colegas. (AFP: Sebastián Bozón)

Una abogada de la firma que lo representa, Ornella Spatafora, dijo que Pechier apelaría.

Durante el juicio, que duró más de tres meses, los fiscales pidieron cadena perpetua para Pechier, diciendo que “usó drogas para matar”.

Dijeron que contaminó las bolsas intravenosas con potasio, anestésicos locales, epinefrina e incluso un anticoagulante para provocar paros cardíacos o hemorragias en pacientes tratados por colegas.

Su objetivo, según el fiscal, era “dañar psicológicamente” a los cuidadores con los que estaba en conflicto y “satisfacer su hambre de poder”.

“Fin de una pesadilla”

Las partes civiles acogieron con satisfacción el veredicto.

“Es el final de una pesadilla”, afirmó Sandra Simard, que sobrevivió a un paro cardíaco durante una operación de espalda a los 36 años.

En su bolsa de rehidratación se encontró una dosis de potasio 100 veces superior a la prescrita normalmente.

“Ahora podemos pasar una Navidad tranquila”, afirmó Jean-Claude Gandon, que fue envenenado a los 70 años durante una operación urológica mientras Pechier era su anestesiólogo.

En 2017 se inició una investigación después de que se registraran paros cardíacos sospechosos durante operaciones en pacientes de bajo riesgo.

Pechier había argumentado durante la investigación que la mayoría de los envenenamientos se debían a “errores médicos” de sus colegas.

Durante el juicio admitió que una persona había envenenado a pacientes en una de las dos clínicas donde trabajaba, pero dijo que no era él.

“No soy un envenenador”, dijo.

Un colega describió a Pechier como un muy buen médico con un “ego descomunal”.

El veredicto se produce después de que un tribunal condenara en mayo al médico jubilado Joel Le Scouarnec a 20 años de prisión después de que confesara haber abusado sexualmente o violado a 298 pacientes, la mayoría de ellos niños, entre 1989 y 2014.

Este caso planteó la cuestión de cómo se le permitió seguir ejerciendo hasta la jubilación, a pesar de que al menos un colega había dado la alarma.

AFP

About The Author