Los intentos de Sabalenka y Kyrgios de justificar el evento fueron recibidos con fuertes críticas, particularmente por parte de la comunidad del tenis.
A pesar del apodo de “Batalla de los sexos”, tuvo poco que ver con la innovadora lucha de Billie Jean King contra el confeso chauvinista Bobby Riggs en 1973, una época en la que a las mujeres se les negaba la igualdad de derechos en el tenis y en la sociedad.
Los tiempos han cambiado. Existe una mayor igualdad de género en el tenis que en cualquier otro deporte importante.
Así que se sintió más como la pelea de peso pesado del YouTuber y ex boxeador Jake Paul contra el ex campeón mundial Anthony Joshua, un evento diseñado para atraer fanáticos casuales y desdibujar las líneas entre el deporte serio y el entretenimiento frívolo.
Ambos jugadores habían promocionado la competición de Dubai como dos boxeadores librando una pelea.
Sabalenka prometió “patearle el trasero a Nick” mientras promocionaba el evento en programas de entrevistas de Estados Unidos, mientras que Kyrgios insistió en que el revuelo de la ocasión traería nuevos ojos al deporte.
Sin duda, ambos jugadores se beneficiarán significativamente, aunque se negaron a decir cuánto ganarán.
“Se está volviendo realmente interesante a medida que vemos más partidos como este”, dijo el corresponsal de tenis de la BBC Russell Fuller.
“Hay muchos tipos diferentes de eventos de tenis en todo el mundo y las exhibiciones tienen demanda, especialmente en ciudades que no albergan grandes torneos”.
Sin embargo, el factor diversión pareció no estar a la altura de las expectativas.
El ambiente en el Coca-Cola Arena con capacidad para 17.000 asientos era a menudo sombrío, con el nivel superior acordonado y sólo quedaban unos pocos espectadores llenos.
Cuando comenzó el partido, el volumen de la afición se inclinó a favor de Sabalenka. A medida que el marcador avanzaba hacia Kyrgios, el dial se bajó.
Kyrgios prometió que varios nombres destacados agregarían glamour, aunque las únicas superestrellas destacadas parecían ser las leyendas del fútbol brasileño Ronaldo y Kaká, quienes entraron al juego en medio de mucha fanfarria a mitad del primer set.
Mientras Kyrgios se acercaba a la victoria, las cámaras captaron a un niño pequeño dormitando en brazos de su madre.
Esa podría resultar ser una imagen definitoria de un evento que continúa polarizando opiniones.