Ambas partes acordaron congelar todos los movimientos de tropas y permitir que los civiles que viven en las zonas fronterizas regresen a sus hogares lo más rápido posible, continúa el comunicado.
Cinco días de combates entre Camboya y Tailandia en julio mataron a decenas de personas antes de que se negociara un alto el fuego entre Estados Unidos, China y Malasia, que luego se rompió en cuestión de meses.
Los templos en disputa son reclamados por ambas naciones basándose en una vaga delineación hecha por los administradores coloniales franceses de Camboya en 1907. Estas demarcaciones aún deben aclararse después del alto el fuego.