diciembre 23, 2025
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El presidente estadounidense, Trump, ha anunciado planes para una nueva “clase Trump” de acorazados. Esto marca el comienzo de una ampliación de la flota y señala un mayor escrutinio de los contratistas de defensa por retrasos en la producción y sobrecostos.

Trump dijo que los nuevos acorazados serían más grandes, más rápidos y “100 veces más poderosos” que cualquiera construido anteriormente y formarían la pieza central de lo que llamó una “Flota Dorada” ampliada destinada a consolidar el dominio de la Armada estadounidense.

El programa comenzará con dos barcos y se espera que crezca hasta entre 20 y 25 barcos. El primero de su clase se llama USS Defiant.

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El anuncio es el último ejemplo de cómo el presidente cambia el nombre de un aspecto del gobierno federal a su nombre. Trump, que anteriormente criticó la apariencia de los buques de guerra estadounidenses, participará personalmente en los diseños.

Dijo que los barcos pesarían más de 30.000 toneladas, más que los destructores actuales, y estarían equipados con la última tecnología, incluida inteligencia artificial y láseres de energía dirigida.

“No hemos construido un acorazado desde 1994. Estos barcos de última generación estarán entre los buques de guerra de superficie más mortíferos junto con nuestros submarinos”, dijo Trump el lunes.

Algunos funcionarios estadounidenses han advertido que el fracaso en la construcción de nuevos acorazados en los últimos años ha dado una ventaja económica y militar a China, su rival económica y militar. Trump minimizó la influencia de China en la decisión y dijo que la expansión era “una contradicción entre todas”.

Dijo que la ampliación de la Armada también conllevaría una renovada presión sobre los contratistas de defensa para acelerar la producción y contener los costos.

Dijo que se reunirá con los principales contratistas de defensa la próxima semana para discutir retrasos y sobrecostos y si la compensación de los ejecutivos, las recompras de acciones y los dividendos están contribuyendo a no alcanzar los objetivos de producción.

“No queremos ejecutivos que ganen 50 millones de dólares al año, paguen grandes dividendos a todos y también hagan recompras” mientras la producción de F35 y otros aviones se estanca, dijo Trump.

Reuters informó la semana pasada que el gobierno está planeando una orden ejecutiva para limitar los dividendos, las recompras y la remuneración de los ejecutivos de las empresas de defensa cuyos proyectos superan el presupuesto y se retrasan.

Trump y el Pentágono se quejan de la naturaleza costosa, lenta y arraigada de la industria de defensa y prometen cambios dramáticos que harían “más flexible” la producción de equipos de guerra.

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