Las recomendaciones condicionales hechas por la organización se hacen cuando no está claro si las consecuencias deseables de la recomendación superan las consecuencias indeseables.
“Si bien los medicamentos por sí solos no pueden resolver esta crisis de salud global, las terapias con GLP-1 pueden ayudar a millones de personas a superar la obesidad y reducir los daños asociados a ella”, afirmó.
El profesor asociado Garron Dodd, jefe del Laboratorio de Investigación de Neurociencia Metabólica de la Universidad de Melbourne, dijo a SBS News que la política era “histórica”, ya que era la primera vez que la OMS “reconocía la obesidad como una enfermedad crónica que requiere tratamiento de por vida, en lugar de simplemente una falla de la fuerza de voluntad de un individuo”.
Cada vez más australianos toman medicamentos GLP-1
Las cifras representan un aumento de 10 veces desde mayo de 2020 hasta abril de 2025; también es probable que estén subestimadas, ya que puede haber más fármacos GLP-1 que no se estudiaron en el informe.
En Australia, se considera que uno de cada cuatro niños de entre dos y 17 años tiene sobrepeso o es obeso, y alrededor del 31 por ciento de los adultos son obesos.
“No hay solución mágica”
Dodd dijo que la próxima ola de desarrollo de fármacos se centrará en tratar de abordar los mecanismos subyacentes de la obesidad y la diabetes.
“Se trata de la dieta, la calidad de la dieta y la frecuencia de la misma. Se trata de actividad física, de reducir el estrés y también de poder respirar aire fresco, lo que significa no fumar, pero también tener ciudades limpias”, afirmó.
La OMS ha esbozado tres pilares para abordar las causas de la obesidad, incluida la creación de entornos más saludables, la protección de las personas en alto riesgo y la garantía del acceso a una atención centrada en la persona durante toda la vida.
Datos “limitados” a largo plazo
Si bien la guía de la OMS establece que las terapias con GLP-1 se pueden utilizar en adultos para el tratamiento a largo plazo de la obesidad, también reconoce que existen “datos limitados” sobre la eficacia y seguridad a largo plazo de estos medicamentos.
Esta semana, tras las investigaciones de la TGA y los reguladores internacionales, la Administración de Productos Terapéuticos (TGA) actualizó las advertencias de sus productos para los medicamentos GLP-1 para incluir el riesgo potencial de pensamientos o comportamientos suicidas.
Medicamentos “caros”
Eli Lilly, fabricante de productos de tirzepatida comercializados como Mounjaro y Zepbound, fue valorado en 1,5 billones de dólares la semana pasada, lo que lo convierte en el primer fabricante de medicamentos en unirse a un club exclusivo dominado por gigantes tecnológicos.
Dodd cree que es probable que los medicamentos GLP-1 sean más baratos en los próximos años.