Los combates entre Camboya y Tailandia se intensificaron a lo largo de su disputada frontera el martes, y ambos vecinos del sudeste asiático dijeron que no darían marcha atrás en la defensa de su soberanía. Cada lado culpa al otro por los nuevos enfrentamientos del lunes y no está claro cómo o si se podrá salvar un frágil alto el fuego mediado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en julio.